domingo, 2 de junio de 2013

LA PIEDRITA DE EDDIE

LA PIEDRITA DE EDDIE...

Voy a contarles algo. Algo personal. Algunos amigos/as que me conocen de hace tiempo, ya conocen esta instancia de mi vida. Otros no. Lo que ninguno de los dos grupos sabe es lo que voy a contar.
Eddie era/es mi gato. Mi avatar. Mis latidos se confundían con los de el. Teníamos una conexión inexplicable.
Hasta que un día salgo al patio y lo encuentro tirado en el piso, en un charco de sangre. Nunca supe como ni cuando. Me destruyó. Se ve que pegué un grito muy fuerte porque vinieron los vecinos a preguntarme si había pasado algo malo.
Lo puse sobre la mesa del patio, aún estaba tibio. Lo acaricié, lo abracé, lo llené de besos. Y ahí me quedé. Todo un tipo desvastado por la evidencia más contundente de la vida: La Muerte.

No soy una persona de lágrima fácil. Recuerdo que la anteúltima vez que lloré desconsoladamente fue cuando se murió mi abuelo. Recuerdo que viví su agonía y su despedida como si se tratara de tomar la leche, de hacer los deberes. Tenía 9 años. Pero cuando lo ví en el cajón, me agarró una angustia que no pude parar con nada..., lloraba, lloraba y me ahogaba. Porqué? lo quería tanto??? No. Pero no se. Lloraba tal vez porque los que yo quería lloraban desconsoladamente.

Y la última que recuerdo en mi vida es la noche de Eddie. Me quebraba a cada rato. Como era de noche, lo llevé a un galponcito, lo deposité en el suelo y me fui. Al otro día por supuesto recibiría su merecido funeral.
Al otro día hice lo que tenía que hacer. Recuerdo que el fin de semana ese fue un montón de días amontonados sórdidamente en un puñado de tiempo detenido en el espacio.
Pasaron los días, la angustia fue cediendo. Un día estaba leyendo algo en internet y se me ocurre que no tenía ningún recuerdo de mi Eddie. Me fui al galponcito y vi que cuando lo había dejado aquella noche, aún sangraba pero ya había muerto. Qué hice?Rompí ese pedacito de piso, hice una piedrita y la guardé en un cofre. Aún tenemos guardado como un tesoro irrenunciable esa piedrita con la sangre de Eddie.

Fin de la historia... y???

En estos días pasados yo veía por la tele (graciadió), las penurias de esos hermanos argentinos que estaban padeciendo las inclemencias del destino y las inundaciones. Por supuesto que me enojé con medio mundo y sigo muy enojado con todos los que consideré y considero aún  responsables no solo de la irresponsabilidad, sino de lo peor, el abandono. Un abandono sórdido viste? Subrayado enfáticamente por un himno a la cobardía.

Y que tiene que ver Eddie con la pobre gente y la mala gente?

Precisamente ahí entra Eddie (les conté que descubrí su constelación?)...
yo no quiero ni pensar que sentiría si perdieramos el cofre con la piedrita, con la sangre de Eddie.
Aunque tuvieras todo el dinero de todo el mundo disponible, no se podría comprar algo que supera el valor material. Es un valor absoluto ahora. Invaluable.

Tomando ese ejemplo, me trasladé hasta las circunstancias de esos hermanos inundados, y pensé, si además de perder la piedrita de Eddie, presenciara como un hijo se me escapa de las manos arrebatado por la corriente de agua... si mi mujer pasara delante mío flotando... además de la piedrita de Eddie. Una tele la puedo volver a comprar, una heladera, unas botas de cuero, pero... como consigo otra vez la piedrita de Eddie???? En ese contexto, hipotético para mí claro, si mi mujer desapareció, si mi hijo no se si está vivo y donde, o si está agitandose grotescamente trabado en una desembocadura... tampoco me quedan los perros, los otros gatos... adonde se fueron?
Y ahí me cae la ficha... no tengo que ponerme, no tengo que comer, casi no tengo razones para vivir.

Imaginaba todo eso cuando el otro día pensé en la piedrita de Eddie. Saben una cosa? Me levanté, fuí hasta la repisa, abrí el cofre y me quedé observandola un rato. Fue como volver a disfrutar su compañía. La de Eddie claro.
Todo esto es para graficar la desvastación que estos hermanos nunca más van a poder experimentar.
Además de su cotidiana condición subhumana por vivir en las condiciones que sobreviven, ahora deberán acarrear duelos, ausencias, desgarros y consecuencias.


Que le queda a una persona cuando más allá de ser despojada sistemáticamente de su condición de individuo, se queda sin razones para sospechar de su propia desgracia?
En que se transforman aquellos que súbitamente son arrasados por la fatalidad, y su único consuelo es el abandono, la desesperanza, la soledad, la intemperie?

Sabían uds que Pami no cubre los gastos de sepelio, aún para aquellos que murieron ahogados, y eran jubilados, pensionados o pasibles de subsidios?
Muchas familias tuvieron que abandonar los cuerpos de sus familiares en las morgues de los respectivos hospitales.

Hoy veo a los políticos desfilar con una celeridad nauseabunda por cuanto programa de televisión está al aire, ya no importa si mide o no mide, ellos van y hablan, explicando las teorías del me parece, los dogmas del yo creo. Pero no explican lo que deben.

Nadie, absolutamente nadie vio a ninguno de ellos ayudando a los inundados.
Algunos como bruera o alfonsín tuvieron el descaro de publicar fotos editadas. Un asco social.

Ahora como el tema del lavado de dinero es más cómodo, y además mide más..., como no hace falta ensuciarse, uno va a la tele y habla, y eso lo ve mucha gente, ahí los tenés.
Creación o Evolución? Los tipos tienen y despliegan teorías para todos los gustos.
Y los inundados? No fue hace diez años, sucedió apenas hace días.

Nadie habla, nadie siquiera les pide una humana disculpa.
Sabés cuanto cobra en promedio un legislador nacional?
Setenta lucas!!!. Setenta mil pesos!!!
Y solamente ante una tragedia como la que te cuento, algunos... unos cuatro o cinco, van a la tele a hablar de las tragedias terribles de la Divina Comedia.


Ustedes saben que aún muchos de aquellos inundados siguen sin casa?
Que siguen con la misma ropa que tenían?
Que han pasado días sin comer?

Porque es necesario que sepan que muchos no fueron a buscar las limosnas repartidas para la foto, porque no tenían con quienes dejar a sus hijos, a sus padres ancianos. Había gente que pedía por favor que fueran por las casas porque había ancianos que no podían caminar, que estaban mojados... olvidados y abandonados en silencio... silencio criminal.

De todos los que en 36 horas vi reptando la maratón mediática, no me coincide ninguno con alguna presencia y sí me combinan todos con ausencia perfecta.

yoma, carrió, solanas, donda, juez, moyano, viviani, benegas, alfonsín, gil lavedra, duhalde, caamaño, narváez... solamente estoy mencionando a los que fueron a la tele a poner la cara para explicarnos lo honestos y honorables que son.

Digo no??? A ustedes no les provoca el mismo asco?

Yo me siento un afortunado porque cada vez que estoy mal, agarro la piedrita y acaricio lo que fue la vida de nuestro Eddie. También hago cosas ridículas que no voy a contar, pero saben una cosa?
Yo puedo hacerlo, en mi casa se puede hacer. Porque conservamos eslabones de nuestra indentidad como familia, como seres, individuales y colectivos.

En otras no, en las casas de los inundados, de los hermanos inundados, ya no tienen una piedrita para sostener su integridad.

Pero hay gente que eso no le importa, aunque se les retuerza la palabra jurando y perjurando que si.

Han pasado horas, días, meses ya... ya nadie se acuerda de la tragedia, sin embargo... sin embargo hay gente que aún sigue ayudando a la otra gente.

Mientras tanto, todos, absolutamente todos los que habitan ese antro que terminó siendo el Congreso, mientras tanto, ellos retiran sus cheques, ponen cara de circunstancia mientras se retiran a descansar en sus mansiones pobladas de esclavos como los inundados. Mientras vos te reís.


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