EL GRITO DE UN GRITO

De gritar, grito, porque mi naturaleza es así,
Porque mientras miro, apago mis ojos al verte
Porque mientras digo, cierro mi voz al giro presente
Porque mientras el túnel amarillo se vuelve fatalmente rojo
Todo late más fuerte, tu paso es veloz
Hay muchos paréntesis en mi vida, donde debo retomar?

Tercer ojo clavado en el cielo,
Ya es hora que tropiece con mis palabras,
Me da risa tu risa porque también es mi sonrisa,
Mientras la bruma escribe sus caprichos en el aire
Ese aire, el mío, me pertenece por completo,
Sin lugar para el remordimiento, sin espacio para la conciencia.

Una campana estalla en acordes
El escenario abre sus fauces y nos devora sin piedad,
Del sabor de la palabra surge la inquietud,
Surge con descaro, surge con suficiente desenfado,
Me golpea las piernas y se acomoda entre mis venas.
Ahí va mi libertad a caballo del indomable sonido,
Ahí va sabiendo que su carrera no es un viento dormido
Ahí va hasta la esquina y después, otra vez se vuelve conmigo.

Giro para un lado y no me queda más remedio que girar para el otro,
Siete sombreros organizan un carrousel de posibilidades
Sobre cada peldaño hay un piano con dos notas en cada mano,
Así llega otra vez, ahí lo veo venir, otra vez el grito,
El grito que trepa por mis entrañas, que se sube a las nubes
Y con un puño en las alas otra vez me mira perplejo,
Su mirada es una cinta desnuda que danza atrapada en cualquier espejo,
Corre hacia la próxima cornisa y se abraza al vacío,
Ese abismo de austeridades que desgarra los ojos del miedo.

Otra vez febrilmente la pasión se enrosca en la virtud semejante
Campanarios de cuerdas blandas, de blanca senda,
Se anudan al mástil de la plegaria que alza la voz,
Allí donde se deslizan los hábitos, donde la luna dice basta,
Allí donde tiemblan las penumbras del claustro y sus cometas.
El tiempo ha llegado y envuelve otra vez al misterio,
Lo arrulla escondido mientras navega a la deriva buscando un exilio.
Sospecho que mi galaxia se ha detenido en el centro de tu mirada,
Hay ángeles urgentes que se agitan a mi alrededor pidiendo buscarte,
Séptima estrella, hija de otra séptima estrella,
Mis pasos se hunden dentro de sus propias huellas buscando alcanzarte.